Hidatidosis

lunes, 28 de enero de 2008

La hidatidosis o equinococosis es una enfermedad grave provocada por parásitos de Echinococcus granulosus (platelminto, enorme grupo de invertebrados, muchas de cuyas especies son parasitarias tanto en fase larvaria como adulta). Está provocada por larvas que, a menudo, son ingeridas en alimentos contaminados accidentalmente. Puede afectar a animales, tanto salvajes como domésticos, e, incluso, al ser humano. Es la enfermedad parasitaria más importante en los países de clima templado y en algunos casos el resultado puede ser fatal.

Desarrollo y síntomas de la enfermedad

La hidatidosis sigue un ciclo relativamente complejo. En primer lugar, necesita un huésped definitivo al que llega a través de algún portador. Lo normal es que los animales carnívoros sean los huéspedes definitivos y que los animales herbívoros sean los portadores o transmisores de la enfermedad. Las heces de los huéspedes expanden la enfermedad (enlace entre los afectados por parásitos adultos que ya han puesto sus huevos, y los portadores de dichos huevos o larvas).

Los huevos se difunden a través de la corriente sanguínea hasta que las larvas se alojan, por medio de minúsculos ganchos (escólex) en los riñones, en el hígado o en los pulmones de animal afectado, formando quistes en los que crecen miles de parásitos. El desarrollo de éstos no se completa hasta que el animal es comido por un carnívoro (o por el ser humano), en cuyo organismo completan su desarrollo biológico.

El síntoma más visible de la hidatidosis es la formación de quistes, éstos pueden llegar a crecer hasta ser localizables sin necesidad de aparato médico alguno, también es común el cambio del color de la piel (ictericia) e incluso tos y dolor de garganta. Algunos se desarrollan tanto que llegan a abrirse creando abscesos que invaden tanto los órganos del animal como su corriente sanguínea. En estos casos es normal que la víctima muera en pocas horas debido a un shock anafiláctico; sin embargo, es posible tratarlo por medio de la cirugía.

En los primeros estadios de la infestación los quistes tienen el tamaño de un grano de arena y para localizarlos es necesario recurrir a análisis de laboratorio: muestras analizadas al microscopio si se trata de animales muertos, o ecografías y tomografías axiales computarizadas si se está tratando a pacientes vivos. En un estadio intermedio del desarrollo de la enfermedad, además de los quistes, se produce una cantidad anómala de eosinófilos en la sangre (como un mecanismo de defensa del huésped frente a microorganismos no fagocitables), siendo localizables a través de análisis serológicos.

Profilaxis

La prevención de la hidatidosis es relativamente sencilla para el caso de animales domésticos o seres humanos: basta con tratar al ganado con antiparasitarios y, en el caso de mascotas o humanos, controlar el estado de los alimentos y evitar la carne cruda. En cualquier caso, en estados poco avanzados de la enfermedad también puede recurrirse a medicamentos específicos para desparasitar al paciente. Cuando la enfermedad está avanzada hay que recurrir a una combinación de operaciones quirúrgicas y tratamiento médico.

2008

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